PLEGADO DE CHAPA

El plegado de chapa se utiliza para doblar el material y conseguir diferentes formas. De esta manera, las posibilidades que brindan para el diseño aumentan exponencialmente. Además, hay que tener en cuenta que en el plegado de chapa el material no es ni cortado, ni separado, ni soldado.

Las principales ventajas del uso del plegado de chapa son, entre otras, que se pueden conseguir piezas con volumen sin recurrir a la soldadura. Por otra parte, se reducen los errores, al ser la máquina la que determina qué operaciones se deben realizar. Además, mediante el plegado de chapa disponemos de una alta capacidad de plegado, ya que la maquinaria cuenta con una gran fuerza.

En términos generales, se distinguen dos tipos de plegados. El primero es el plegado al aire, en el que el punzón no llega al fondo de la matriz. Por ello, queda a una altura que dependerá del radio de plegado a realizar en la chapa y de la compensación elástica. Por otra parte, está el plegado a fondo de matriz, que es de los más habituales. En este caso, la anchura de la V varía con el espesor de la chapa y se puede plegar con mucha precisión.

Son varios los materiales adecuados para el plegado. Sobre todo, estos materiales deben tener buena base de magnesio y ser capaces de ser doblados sin perder su capacidad mecánica. Los materiales con los que más se trabaja son el acero, aluminio, latón y cobre.